martes, 21 de octubre de 2008

Apocalipsis



Todo comienza en un laboratorio. De pronto algo ocurre, se disparan las alarmas y todo queda sellado herméticamente. Pero un trabajador consigue escapar de una muerte segura encerrado en esa tumba aislada del exterior. Lo que él no sabe, es que con él, algo más ha conseguido escapar...

Con este comienzo, la historia narra el desarrollo del ser humano en una situación extrema, en la que el 95% de la población en la Tierra ha desaparecido. Enseguida los supervivientes comienzan a tener vívidos sueños. Estos sueños están protagonizados por dos personajes. El primero es una mujer de raza negra que a sus más de 100 años, vive en una aislada granja de Nebraska. La gente que sueña con esta mujer, llamada Madre Abagail, tiene en general sentimientos de paz y sosiego. El segundo personaje de los sueños se trata de Randall Flagg, un personaje oscuro que despierta el temor y la poderosa atracción de quienes sueñan con él.

Desde aquí, los supervivientes comenzarán un viaje que les llevará a decidir el bando en el que quieren situarse. Así, parte de la gente se concentrará en la Zona Libre de Boulder en busca de Madre Abagail, mientras que los seguidores de Randall Flagg unirán sus fuerzas en la ciudad de Las Vegas.

Esta novela, muy en la línea del autor, pasa por ser un best-seller de los que se devoran con fruición, y en el que sus más de 1000 páginas no resultan tediosas. Pero además, como característica que destaca entre las demás obras de Stephen King, se puede resaltar el fondo metafísico de la trama. Éste no es más que la eterna lucha entre el bien y el mal. Madre Abagail afirma que su obra es dictada por Dios, mientras que del Hombre Oscuro afirman que es servidor del mismísimo Satanás.

Y en esta lucha entre, en principio, dos personas, finalmente participan todos los seres humanos que existen sobre la faz de la tierra, formando dos multitudinarios bandos. Si nos preguntamos: “Yo, ¿en qué bando estaría?”, a mí, por ejemplo, me resulta fácil afirmar que claramente estaría al lado del Bien. Y es cierto que en principio todas las personas de bien se encuentran en el bando de Madre Abagail, y los delincuentes y proscritos se hallan con Randall Flagg. Pero también sucede que hay personas del bando del Bien que se pasan al Mal, y viceversa... ¿esto a qué se debe? Una vez conocido el bando del Mal, y ver que la situación no es un caos con violencia por todas partes, sino que es una ciudad ordenada, bien organizada, limpia, en la que la camaradería impera... pueden entrar las dudas.

Y esto nos hace pensar: ¿realmente existen el Bien o el Mal absoluto? ¿La maldad es innata en el ser humano, o uno tiende al bando al que le llevan las circunstancias de la vida? ¿Es posible la conversión de aquél que ha cometido actos de maldad durante toda su vida?

Personalmente, pienso que el ser humano es como decide ser. No creo que exista la maldad innata, ni creo que no exista posibilidad de enmienda. Cualquiera que quiera, puede cambiar, está todo en nuestra mano.

3 comentarios:

Samu dijo...

mmm... sigues con temas candentes... mola!

me resulta muy dificil de creer que la maldad sea innata en un ser humano. La cultura, educación recibida y las circustancias que nos acontecen definen qué acabamos siendo...

...sin embargo, la última palabra es nuestra, nosotros somos quienes decidimos (cuando ya somos más responsables de nuestros actos) como afrontamos lo que nos suceda...

pero vamos, siguiendo el frikismo, la barrera entre "heroe" o "villain" es muy dudosa... y cambiante.

Anónimo dijo...

Existe una vieja teoría criminalistíca que habla del "gen del mal"; no hace falta ser muy astuto para deducir su fondo: hay seres humanos con una innata tendencia al mal. Frente a ella la teoría del "buen salvaje" russoniana parte de la premisa contraria: el ser humano es bueno por naturaleza y son las circunstancias externas la que lo corrompen. Veo, Sergio, que pareces decantarte por esta segunda teoría, muy en boga en Europa, sobre todo tras el descubrimiento de América y sobre todo en la Ilustración.
Personalmente, mis años de trabajo, me han ido haciendo cada vez más escéptico acerca de la bondad innata de la naturaleza humana.
Hay delincuentes "forzados" por su situación personal y familiar (un yonqui que roba e incluso puede llegar a matar). A otros me niego a considerarlos víctimas del sistema, como ha hecho la progresía europea sobre todo tras la segunda Guerra Mundial y la consolidación de las grandes democracias occidentales (estoy pensando en un violador en serie, un padre-madre que golpea a su bebé hasta acabar con su vida, etc.)

En la propia "Lost", a la que veo eres aficionado, nos muestra algunas situaciones de este tipo. Una isla desierta, donde las normas hasta ese momento conocidas dejan de tener sentido. ¿Cómo se explica que un intachable cirujano de el visto bueno para torturar a un hombre -Sawyer-?, ¿Por qué este mismo cirujano, con su juramento hipocrático a cuestas, dispara un arma a quemarropa sobre la cabeza de un hombre desarmado -Locke-? Quizás todo ello lo hace por un bien superior común, o lo que él cree bien superior común.

Bueno he ahí unas cuantas reflexiones para el debate. Un saludo.

D.D.Hume

Sergio dijo...

No es que crea en la bondad innata, así como tampoco creo en la maldad innata. Lo único que creo es que el ser humano es completamente responsable de sus actos (salvo las excepciones de perturbaciones mentales graves, es decir, enfermedades). No creo que se pueda alegar a la maldad innata para no responsabilizarse de lo que uno hace. Creo en el mito de la caverna de Platón... el hombre en cierto modo es "vacío", son las experiencias, y las decisiones de la propia persona las que la crean y la van forjando poco a poco. Por eso pienso que si un ser humano no tiene conocimiento del mal que se puede hacer, es más probable que no lo haga, si una persona no sabe que existen las drogas, difícilmente va a buscar con qué drogarse.

No creo en absoluto en los delincuentes como víctimas del sistema. De nuevo apelo a la responsabilidad de los actos. Uno no comete un crimen si no quiere.

Lo único que quizás sí crea como innato en el ser humano es el egoísmo. Ese es el culpable de todos los males de la humanidad. Si no existiera egoísmo personal, familiar, regional o nacional, no habría lugar para la delincuencia, la guerra, el hambre, o cualquiera de los males que asolan la tierra.

Gracias por vuestros comentarios. Me alegra que este blog pueda servir para arañar ideas tan interesantes. Un saludo.