
El científico pretendía recuadar unos 7000 euros de donativos para su campaña, y hasta hoy ha conseguido la friolera de 35000 euros, en donativos de particulares y empresas.
Yo pienso: ¿la gente no tiene otra cosa que hacer?. 35000 euros es el doble o el triple de lo que puede ganar cualquier familia española de clase media al año... Si este dinero le llega a una familia de un país en vías de desarrollo, puede suponer diez o más años de riqueza como jamás podrían imaginar. Y se va a dedicar a poner carteles pro-ateismo en autobuses. ¿Y qué se consigue con esto? ¿Cuál es la pretensión de este hombre y sus seguidores?
El problema de muchos ateos es que piensan que son los más abiertos de mente, porque cierran su mente a la posibilidad de la existencia de algo que está por encima de su torpe entendimiento. Parece mentira que un supuesto gran pensador se enfangue en la más obtusa de las afirmaciones: la de aquél que toma como verdad categórica una suposición.
Yo, como científico, pienso que la ciencia es la mayor de las oportunidades para descubrir aquello que está oculto, esperando a que lo iluminemos con el entendimiento. Para ser un verdadero científico, hay que tener la mente abierta a cualquier posibilidad. Si nos cerramos con afirmaciones absolutas, caemos en la mayor de las censuras inquisitoriales de la mente humana.
Además, como cristiano, sé que los creyentes no vivimos en la preocupación, el agobio, la penitencia y el cilicio. El ser cristiano es una manera como otra cualquiera de buscar la felicidad. Además, esa felicidad radica en la felicidad de los demás, que fue lo que realmente Cristo enseñó al mundo. "Sólo os pido que os améis", eso es lo que dijo.
Es fácil afirmar que los demás lavan el cerebro de los niños, hablando desde el desconocimiento de la cuadratura mental. Mayores y más preocupantes lavados hacen a los niños a los que forjan desde la infancia al terrorismo, la confrontación y la guerra.
Señor Dawkins, ha perdido usted toda la admiración que podría tener por mi parte, demostrando su ignorancia, su brevedad de miras, su integrismo ateísta y su flojera de argumentos. Es una vergüenza para la comunidad científica que un "prestigioso" miembro de la misma demuestre tal desconocimiento del mundo que le rodea. Sea usted feliz y deje ser felices a los demás, y dedique su dinero para fines más nobles.
En fin, lamento haber resultado agresivo, no es mi estilo, pero la falta de respeto por los demás es uno de los grandes males de la humanidad.