Es el eslogan de la campaña que ha lanzado el famoso biólogo darwinista Richard Dawkins. "Dios probablemente no existe, deje de preocuparse y disfrute de su vida". La campaña pretende colocar este eslogan en una serie de autobuses urbanos en el londinense distrito de Westminster. Según palabras del biólogo, "la religión está acostumbrada a que todo le salga gratis, incluyendo el derecho a lavar el cerebro de los niños. Esta campaña colocará eslóganes alternativos en los autobuses y hará pensar a la gente".
El científico pretendía recuadar unos 7000 euros de donativos para su campaña, y hasta hoy ha conseguido la friolera de 35000 euros, en donativos de particulares y empresas.
Yo pienso: ¿la gente no tiene otra cosa que hacer?. 35000 euros es el doble o el triple de lo que puede ganar cualquier familia española de clase media al año... Si este dinero le llega a una familia de un país en vías de desarrollo, puede suponer diez o más años de riqueza como jamás podrían imaginar. Y se va a dedicar a poner carteles pro-ateismo en autobuses. ¿Y qué se consigue con esto? ¿Cuál es la pretensión de este hombre y sus seguidores?
El problema de muchos ateos es que piensan que son los más abiertos de mente, porque cierran su mente a la posibilidad de la existencia de algo que está por encima de su torpe entendimiento. Parece mentira que un supuesto gran pensador se enfangue en la más obtusa de las afirmaciones: la de aquél que toma como verdad categórica una suposición.
Yo, como científico, pienso que la ciencia es la mayor de las oportunidades para descubrir aquello que está oculto, esperando a que lo iluminemos con el entendimiento. Para ser un verdadero científico, hay que tener la mente abierta a cualquier posibilidad. Si nos cerramos con afirmaciones absolutas, caemos en la mayor de las censuras inquisitoriales de la mente humana.
Además, como cristiano, sé que los creyentes no vivimos en la preocupación, el agobio, la penitencia y el cilicio. El ser cristiano es una manera como otra cualquiera de buscar la felicidad. Además, esa felicidad radica en la felicidad de los demás, que fue lo que realmente Cristo enseñó al mundo. "Sólo os pido que os améis", eso es lo que dijo.
Es fácil afirmar que los demás lavan el cerebro de los niños, hablando desde el desconocimiento de la cuadratura mental. Mayores y más preocupantes lavados hacen a los niños a los que forjan desde la infancia al terrorismo, la confrontación y la guerra.
Señor Dawkins, ha perdido usted toda la admiración que podría tener por mi parte, demostrando su ignorancia, su brevedad de miras, su integrismo ateísta y su flojera de argumentos. Es una vergüenza para la comunidad científica que un "prestigioso" miembro de la misma demuestre tal desconocimiento del mundo que le rodea. Sea usted feliz y deje ser felices a los demás, y dedique su dinero para fines más nobles.
En fin, lamento haber resultado agresivo, no es mi estilo, pero la falta de respeto por los demás es uno de los grandes males de la humanidad.
jueves, 23 de octubre de 2008
Va de inauguraciones
Anteayer, 21 de octubre de 2008 era la fecha prevista para la inauguración del LHC, el mayor experimento de la historia de la humanidad.
Ya comenté en una entrada de este blog que el colisionador había arrancado y comenzado a funcionar el día 10 de septiembre, y que del mismo modo, había sufrido una avería nueve días después, dejando así de funcionar hasta la próxima primavera.
Entonces llegó la primera incongruencia: la inauguración del Colisionador de Hadrones estaba prevista para el martes, un mes y medio después de su puesta en marcha. A mi entender, una inauguración es el día en el que algo comienza a dar servicio. Hoy los políticos inauguran sus obras meses antes de su finalización y puesta en marcha, cosa que entiendo solamente con fines electorales. Da buena imagen el inaugurar un túnel al que le faltan 200 metros por excavar, un viaducto al que le faltan dos vanos, o un hospital que aún no tiene ni camas.
Pero en este caso, la inauguración se estableció un mes y medio después de empezar a funcionar... ¿sería por miedo a que reventara en su puesta en marcha y se chamuscarán los canapés y el vino español?
Bien, lo curioso es que el aparato no funciona, y entonces yo pensé: "pues aplazarán la inauguración"... pues no. Ahí llega la segunda incongruencia: ¡Lo han inaugurado! Se han hecho la foto con la sonrisa encajada entre la satisfacción y el fracaso, han disfutado del piscolabis, del café preparado por Ferrán Adriá (un café tan espeso que había que tomarlo con cuchara... ¿y dónde mojas las pastas?) y de la fiesta, que al fin y al cabo es lo que importa, aunque no haya nada que celebrar.
Probablemente ya tenían apalabrado el catering, y para no perder la señal en calidad de reserva, pues han decidido seguir adelante con su fiesta. Todo el mundo sabe que los fracasos con canapé son menos. Aunque la máquina esté parada, las mandíbulas han trabajado duro.
¿Qué pensará el Bosón de Higgs de todo esto?
Ya comenté en una entrada de este blog que el colisionador había arrancado y comenzado a funcionar el día 10 de septiembre, y que del mismo modo, había sufrido una avería nueve días después, dejando así de funcionar hasta la próxima primavera.
Entonces llegó la primera incongruencia: la inauguración del Colisionador de Hadrones estaba prevista para el martes, un mes y medio después de su puesta en marcha. A mi entender, una inauguración es el día en el que algo comienza a dar servicio. Hoy los políticos inauguran sus obras meses antes de su finalización y puesta en marcha, cosa que entiendo solamente con fines electorales. Da buena imagen el inaugurar un túnel al que le faltan 200 metros por excavar, un viaducto al que le faltan dos vanos, o un hospital que aún no tiene ni camas.
Pero en este caso, la inauguración se estableció un mes y medio después de empezar a funcionar... ¿sería por miedo a que reventara en su puesta en marcha y se chamuscarán los canapés y el vino español?
Bien, lo curioso es que el aparato no funciona, y entonces yo pensé: "pues aplazarán la inauguración"... pues no. Ahí llega la segunda incongruencia: ¡Lo han inaugurado! Se han hecho la foto con la sonrisa encajada entre la satisfacción y el fracaso, han disfutado del piscolabis, del café preparado por Ferrán Adriá (un café tan espeso que había que tomarlo con cuchara... ¿y dónde mojas las pastas?) y de la fiesta, que al fin y al cabo es lo que importa, aunque no haya nada que celebrar.
Probablemente ya tenían apalabrado el catering, y para no perder la señal en calidad de reserva, pues han decidido seguir adelante con su fiesta. Todo el mundo sabe que los fracasos con canapé son menos. Aunque la máquina esté parada, las mandíbulas han trabajado duro.
¿Qué pensará el Bosón de Higgs de todo esto?
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LHC
martes, 21 de octubre de 2008
Apocalipsis
Todo comienza en un laboratorio. De pronto algo ocurre, se disparan las alarmas y todo queda sellado herméticamente. Pero un trabajador consigue escapar de una muerte segura encerrado en esa tumba aislada del exterior. Lo que él no sabe, es que con él, algo más ha conseguido escapar...
Con este comienzo, la historia narra el desarrollo del ser humano en una situación extrema, en la que el 95% de la población en la Tierra ha desaparecido. Enseguida los supervivientes comienzan a tener vívidos sueños. Estos sueños están protagonizados por dos personajes. El primero es una mujer de raza negra que a sus más de 100 años, vive en una aislada granja de Nebraska. La gente que sueña con esta mujer, llamada Madre Abagail, tiene en general sentimientos de paz y sosiego. El segundo personaje de los sueños se trata de Randall Flagg, un personaje oscuro que despierta el temor y la poderosa atracción de quienes sueñan con él.
Desde aquí, los supervivientes comenzarán un viaje que les llevará a decidir el bando en el que quieren situarse. Así, parte de la gente se concentrará en la Zona Libre de Boulder en busca de Madre Abagail, mientras que los seguidores de Randall Flagg unirán sus fuerzas en la ciudad de Las Vegas.
Esta novela, muy en la línea del autor, pasa por ser un best-seller de los que se devoran con fruición, y en el que sus más de 1000 páginas no resultan tediosas. Pero además, como característica que destaca entre las demás obras de Stephen King, se puede resaltar el fondo metafísico de la trama. Éste no es más que la eterna lucha entre el bien y el mal. Madre Abagail afirma que su obra es dictada por Dios, mientras que del Hombre Oscuro afirman que es servidor del mismísimo Satanás.
Y en esta lucha entre, en principio, dos personas, finalmente participan todos los seres humanos que existen sobre la faz de la tierra, formando dos multitudinarios bandos. Si nos preguntamos: “Yo, ¿en qué bando estaría?”, a mí, por ejemplo, me resulta fácil afirmar que claramente estaría al lado del Bien. Y es cierto que en principio todas las personas de bien se encuentran en el bando de Madre Abagail, y los delincuentes y proscritos se hallan con Randall Flagg. Pero también sucede que hay personas del bando del Bien que se pasan al Mal, y viceversa... ¿esto a qué se debe? Una vez conocido el bando del Mal, y ver que la situación no es un caos con violencia por todas partes, sino que es una ciudad ordenada, bien organizada, limpia, en la que la camaradería impera... pueden entrar las dudas.
Y esto nos hace pensar: ¿realmente existen el Bien o el Mal absoluto? ¿La maldad es innata en el ser humano, o uno tiende al bando al que le llevan las circunstancias de la vida? ¿Es posible la conversión de aquél que ha cometido actos de maldad durante toda su vida?
Personalmente, pienso que el ser humano es como decide ser. No creo que exista la maldad innata, ni creo que no exista posibilidad de enmienda. Cualquiera que quiera, puede cambiar, está todo en nuestra mano.
Con este comienzo, la historia narra el desarrollo del ser humano en una situación extrema, en la que el 95% de la población en la Tierra ha desaparecido. Enseguida los supervivientes comienzan a tener vívidos sueños. Estos sueños están protagonizados por dos personajes. El primero es una mujer de raza negra que a sus más de 100 años, vive en una aislada granja de Nebraska. La gente que sueña con esta mujer, llamada Madre Abagail, tiene en general sentimientos de paz y sosiego. El segundo personaje de los sueños se trata de Randall Flagg, un personaje oscuro que despierta el temor y la poderosa atracción de quienes sueñan con él.
Desde aquí, los supervivientes comenzarán un viaje que les llevará a decidir el bando en el que quieren situarse. Así, parte de la gente se concentrará en la Zona Libre de Boulder en busca de Madre Abagail, mientras que los seguidores de Randall Flagg unirán sus fuerzas en la ciudad de Las Vegas.
Esta novela, muy en la línea del autor, pasa por ser un best-seller de los que se devoran con fruición, y en el que sus más de 1000 páginas no resultan tediosas. Pero además, como característica que destaca entre las demás obras de Stephen King, se puede resaltar el fondo metafísico de la trama. Éste no es más que la eterna lucha entre el bien y el mal. Madre Abagail afirma que su obra es dictada por Dios, mientras que del Hombre Oscuro afirman que es servidor del mismísimo Satanás.
Y en esta lucha entre, en principio, dos personas, finalmente participan todos los seres humanos que existen sobre la faz de la tierra, formando dos multitudinarios bandos. Si nos preguntamos: “Yo, ¿en qué bando estaría?”, a mí, por ejemplo, me resulta fácil afirmar que claramente estaría al lado del Bien. Y es cierto que en principio todas las personas de bien se encuentran en el bando de Madre Abagail, y los delincuentes y proscritos se hallan con Randall Flagg. Pero también sucede que hay personas del bando del Bien que se pasan al Mal, y viceversa... ¿esto a qué se debe? Una vez conocido el bando del Mal, y ver que la situación no es un caos con violencia por todas partes, sino que es una ciudad ordenada, bien organizada, limpia, en la que la camaradería impera... pueden entrar las dudas.
Y esto nos hace pensar: ¿realmente existen el Bien o el Mal absoluto? ¿La maldad es innata en el ser humano, o uno tiende al bando al que le llevan las circunstancias de la vida? ¿Es posible la conversión de aquél que ha cometido actos de maldad durante toda su vida?
Personalmente, pienso que el ser humano es como decide ser. No creo que exista la maldad innata, ni creo que no exista posibilidad de enmienda. Cualquiera que quiera, puede cambiar, está todo en nuestra mano.
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Libros
lunes, 13 de octubre de 2008
Fringe, o la ciencia de lo imposible
Este año ha arrancado con una nueva serie para los amantes de lo desconocido, de la ciencia pseudoparanormal, y para, dicho sea de paso, los amantes de ese nuevo genio de las artes escénicas que es el señor J.J. Abrams.
Se trata de Fringe, una serie en la que una agente del FBI, ayudada por un equipo bastante poco ortodoxo compuesto por un científico recién salido de un hospital psiquiátrico y su hijo, investiga diferentes casos en los que la ciencia se sale de lo normal, siguiendo un Patrón común.
En principio la serie aparenta ser un nuevo Expediente X, con ciertos toques de Alias. Aunque, con el avance de sus episodios, descubrimos que hay mucho más, y que esta nueva serie nos depara algo fresco y totalmente novedoso.
En el primer episodio se plantea una situación que me ha dado que pensar: la posibilidad de hablar con una persona que ya está muerta.
Se afirma que mientras no haya pasado un tiempo desde la muerte (ahora mismo no recuerdo cuánto), es posible seguir hablando con el fallecido mediante una conexión neuronal en un fluido matricial.
Esto nos hace pensar en dos posibilidades: Uno, el muerto no está realmente muerto hasta pasado un tiempo de la parada cardiaca y dos, aunque el cuerpo haya muerto, la persona sigue presente, y de algún modo permanece durante un tiempo unida al cadáver hasta que lo abandona definitivamente.
Personalmente, me gusta más y creo más en la segunda. La persona es una entidad completa, en la que el cuerpo solo es una parte, pero hay otra que permanece, y es la que hace que el ser humano sea algo más que un pedazo de carne que nace, vive, se reproduce y muere. Cuando a una persona se le amputa un miembro, sigue siendo la misma persona. Si se le amputa otro y otro, sigue siendo la misma persona. Así pues, ¿dónde reside la persona? Lo más probable es que en el sistema nervioso central, médicamente hablando, pero exactamente, ¿en el cerebro?¿en el cerebelo?¿en la médula espinal? No está muy claro, por lo que algunos pensamos y creemos firmemente que existe algo que nos hace ser lo que somos, y que ese algo permanece nos quiten los trozos de carne que nos quiten, o desaparezca el cuerpo entero en la muerte.
Por último, aunque ya lo he dejado entrever, solo me queda decir que recomiendo Fringe, puede que me dé juego en esto de los pensamientos, gracias a que recorre el finísimo filo que existe entre lo científico y lo denominado paranormal, y eso siempre puede ser motivo de reflexión.
Se trata de Fringe, una serie en la que una agente del FBI, ayudada por un equipo bastante poco ortodoxo compuesto por un científico recién salido de un hospital psiquiátrico y su hijo, investiga diferentes casos en los que la ciencia se sale de lo normal, siguiendo un Patrón común.
En principio la serie aparenta ser un nuevo Expediente X, con ciertos toques de Alias. Aunque, con el avance de sus episodios, descubrimos que hay mucho más, y que esta nueva serie nos depara algo fresco y totalmente novedoso.
En el primer episodio se plantea una situación que me ha dado que pensar: la posibilidad de hablar con una persona que ya está muerta.
Se afirma que mientras no haya pasado un tiempo desde la muerte (ahora mismo no recuerdo cuánto), es posible seguir hablando con el fallecido mediante una conexión neuronal en un fluido matricial.
Esto nos hace pensar en dos posibilidades: Uno, el muerto no está realmente muerto hasta pasado un tiempo de la parada cardiaca y dos, aunque el cuerpo haya muerto, la persona sigue presente, y de algún modo permanece durante un tiempo unida al cadáver hasta que lo abandona definitivamente.
Personalmente, me gusta más y creo más en la segunda. La persona es una entidad completa, en la que el cuerpo solo es una parte, pero hay otra que permanece, y es la que hace que el ser humano sea algo más que un pedazo de carne que nace, vive, se reproduce y muere. Cuando a una persona se le amputa un miembro, sigue siendo la misma persona. Si se le amputa otro y otro, sigue siendo la misma persona. Así pues, ¿dónde reside la persona? Lo más probable es que en el sistema nervioso central, médicamente hablando, pero exactamente, ¿en el cerebro?¿en el cerebelo?¿en la médula espinal? No está muy claro, por lo que algunos pensamos y creemos firmemente que existe algo que nos hace ser lo que somos, y que ese algo permanece nos quiten los trozos de carne que nos quiten, o desaparezca el cuerpo entero en la muerte.
Por último, aunque ya lo he dejado entrever, solo me queda decir que recomiendo Fringe, puede que me dé juego en esto de los pensamientos, gracias a que recorre el finísimo filo que existe entre lo científico y lo denominado paranormal, y eso siempre puede ser motivo de reflexión.
jueves, 9 de octubre de 2008
¡Estamos aquí!
La red social Bebo está llevando a cabo una iniciativa en la que sus participantes han podido enviar fotos, textos o todo tipo de archivos que estimen interesantes. Los 500 mensajes que han considerado más interesantes han sido traducidos a lenguaje binario y enviados a un telescopio-radar de la Agencia Espacial de Ucrania, ubicado en Evpatoria.
El objetivo final es enviar estos mensajes al espacio, concretamente a un exoplaneta distante 20 años luz de la Tierra, el cual, según parece, tiene unas características similares a nuestro planeta, por lo que cabría la posibilidad de que albergase vida.
Los mensajes han empezado a enviarse este viernes, por lo que aproximadamente llegarán a su destino en octubre de 2028.
Lo cierto es que el objetivo no está muy claro. Podría tratarse simplemente de una manera divertida de hacerse publicidad, podría ser un intento más de hallar vida en otros planetas, o podría tratarse de un farol interestelar. Y es que al ser humano, ante todo, le gusta echarse faroles de vez en cuando. Desde el mítico aumento de talla del pez pescado en cada ocasión que sea recordado, pasando por las batallitas de la mili, las conquistas de galanes acomplejados, el número de cervezas consumido en una sola noche y las heroicas y acrobáticas hazañas sexuales de los grandes Machos Ibéricos de este mundo, los faroles están en la misma esencia del ser humano. Quizás los ejemplos sean demasiado ibéricos, pero creo que puede ser extensible a toda la superficie de este nuestro planeta.
Con los avances científicos y astronómicos, el ser humano en su afán por tirarse faroles cada vez más grandes y cada vez más extensivos, ha decidido que su grupo de amigos, su vecindario, su barrio o incluso la Tierra son demasiado pequeños. Por eso han llegado la infinidad de iniciativas que pretenden decir a alguien: "¡Eh! que estamos aquí... ¿pasa algo?". Y es que el Hombre Sapiens piensa que es un acierto proclamar a los cuatro vientos (o a las cuatro galaxias) que somos tan inteligentes (o tan tontos) como para salir de nuestro escondite y darnos a conocer. Es más, en estos mensajes tendemos a enseñar cómo es el ser humano, sus hábitos, sus secretos más intimos y anatómicos, sus puntos débiles.
Y la pregunta es: ¿y si alguien lo recibe? ¿y si hay depredadores espaciales? Cualquier presa en la naturaleza tiende a mimetizarse hasta que pase el peligro. Bien, el ser humano no sólo no se esconde, sino que se pone luces de neón cual club de carretera para anunciarse. Así somos, ¡qué se le va a hacer!
Esperemos que nuestros vecinos, que ya saben todo sobre nosotros, sean amistosos. Y si no, dentro de unos cuarenta años, nos tocará correr como gacelas. Lo malo es que la Tierra pesa mucho.
El objetivo final es enviar estos mensajes al espacio, concretamente a un exoplaneta distante 20 años luz de la Tierra, el cual, según parece, tiene unas características similares a nuestro planeta, por lo que cabría la posibilidad de que albergase vida.
Los mensajes han empezado a enviarse este viernes, por lo que aproximadamente llegarán a su destino en octubre de 2028.
Lo cierto es que el objetivo no está muy claro. Podría tratarse simplemente de una manera divertida de hacerse publicidad, podría ser un intento más de hallar vida en otros planetas, o podría tratarse de un farol interestelar. Y es que al ser humano, ante todo, le gusta echarse faroles de vez en cuando. Desde el mítico aumento de talla del pez pescado en cada ocasión que sea recordado, pasando por las batallitas de la mili, las conquistas de galanes acomplejados, el número de cervezas consumido en una sola noche y las heroicas y acrobáticas hazañas sexuales de los grandes Machos Ibéricos de este mundo, los faroles están en la misma esencia del ser humano. Quizás los ejemplos sean demasiado ibéricos, pero creo que puede ser extensible a toda la superficie de este nuestro planeta.
Con los avances científicos y astronómicos, el ser humano en su afán por tirarse faroles cada vez más grandes y cada vez más extensivos, ha decidido que su grupo de amigos, su vecindario, su barrio o incluso la Tierra son demasiado pequeños. Por eso han llegado la infinidad de iniciativas que pretenden decir a alguien: "¡Eh! que estamos aquí... ¿pasa algo?". Y es que el Hombre Sapiens piensa que es un acierto proclamar a los cuatro vientos (o a las cuatro galaxias) que somos tan inteligentes (o tan tontos) como para salir de nuestro escondite y darnos a conocer. Es más, en estos mensajes tendemos a enseñar cómo es el ser humano, sus hábitos, sus secretos más intimos y anatómicos, sus puntos débiles.
Y la pregunta es: ¿y si alguien lo recibe? ¿y si hay depredadores espaciales? Cualquier presa en la naturaleza tiende a mimetizarse hasta que pase el peligro. Bien, el ser humano no sólo no se esconde, sino que se pone luces de neón cual club de carretera para anunciarse. Así somos, ¡qué se le va a hacer!
Esperemos que nuestros vecinos, que ya saben todo sobre nosotros, sean amistosos. Y si no, dentro de unos cuarenta años, nos tocará correr como gacelas. Lo malo es que la Tierra pesa mucho.
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astronomía,
ciencia
jueves, 2 de octubre de 2008
Héroe de ciencia, héroe de fe
El pasado 22 de septiembre comenzó a emitirse en Estados Unidos la tercera temporada de Héroes. En principio se trata de una serie de entretenimiento, en la que un conjunto de personas normales empiezan a descubrir poco a poco que tienen una serie de poderes que únicamente podían ostentar los personajes de comic.
En esta temporada se ha planteado una idea que viene como anillo al dedo para este blog. AVISO: si aún no has visto los capítulos emitidos en Estados Unidos, puede que desvele alguna cosilla de esta temporada, intentaré dar el mínimo de datos, nunca es bueno tragarse spoilers.
Por un lado tenemos al Dr. Mohinder Suresh. Mohinder sigue los pasos de su padre, el cual ha gastado su vida investigando la anomalía genética que hace que determinadas personas tengan poderes sobrehumanos. Mohinder por fin descubre el porqué del surgimiento de los poderes, cuál es la chispa que hace que nazca la anomalía que conduce al nacimiento de poderes. Es el héroe de ciencia.
Por otra parte, tras una traumática experiencia, Nathan Petrelli afirma que en su trance ha visto a Dios. Y que Dios le ha dicho que sus poderes le han sido ofrecidos por Su mano. Por último, Dios le ha dicho que sus poderes le han sido dados para un único fin: hacer el bien a la Humanidad y librarla de grandes peligros que la acechan en la sombra. Él es el héroe de fe.
Aquí tenemos la eterna lucha. Al hablar de poderes estamos hablando de la vida, de los sentimientos, de la capacidad de discernimiento del ser humano. ¿Dónde está el origen de todo esto? La ciencia intenta acercarse al porqué de todas las preguntas del ser humano y el Universo. Y, como Mohinder, encuentran explicación a las grandes preguntas: el Universo se formó en una gran explosión energética denominada Big Bang, nos sentimos atraídos por una persona porque nuestro cerebro segrega sustancias nuerotransmisoras que ocasionan cambios fisiológicos en nuestro ser, la vida se origina mediante la unión de dos gametos...
Hay miles de respuestas en la ciencia, pero éstas nos conducen a muchas más preguntas. Y la mayor pregunta es ¿por qué?. Sabemos las consecuencias, al igual que Mohinder sabe que al segregar cierta sustancia se produce la anomalía que te conduce a volar, a regenerar tus tejidos, etc, pero no sabemos el origen de todo ello. No sabemos cuál es la "chispa" que origina que se desencadenen los procesos que conducen a todo lo que conocemos y desconocemos.
Quizás sea el momento de convertirnos en Nathan, y plantearnos que quizás esa "chispa", ese bosón escondido, ese estallido de energía... sea Dios.
En esta temporada se ha planteado una idea que viene como anillo al dedo para este blog. AVISO: si aún no has visto los capítulos emitidos en Estados Unidos, puede que desvele alguna cosilla de esta temporada, intentaré dar el mínimo de datos, nunca es bueno tragarse spoilers.
Por un lado tenemos al Dr. Mohinder Suresh. Mohinder sigue los pasos de su padre, el cual ha gastado su vida investigando la anomalía genética que hace que determinadas personas tengan poderes sobrehumanos. Mohinder por fin descubre el porqué del surgimiento de los poderes, cuál es la chispa que hace que nazca la anomalía que conduce al nacimiento de poderes. Es el héroe de ciencia.
Por otra parte, tras una traumática experiencia, Nathan Petrelli afirma que en su trance ha visto a Dios. Y que Dios le ha dicho que sus poderes le han sido ofrecidos por Su mano. Por último, Dios le ha dicho que sus poderes le han sido dados para un único fin: hacer el bien a la Humanidad y librarla de grandes peligros que la acechan en la sombra. Él es el héroe de fe.
Aquí tenemos la eterna lucha. Al hablar de poderes estamos hablando de la vida, de los sentimientos, de la capacidad de discernimiento del ser humano. ¿Dónde está el origen de todo esto? La ciencia intenta acercarse al porqué de todas las preguntas del ser humano y el Universo. Y, como Mohinder, encuentran explicación a las grandes preguntas: el Universo se formó en una gran explosión energética denominada Big Bang, nos sentimos atraídos por una persona porque nuestro cerebro segrega sustancias nuerotransmisoras que ocasionan cambios fisiológicos en nuestro ser, la vida se origina mediante la unión de dos gametos...
Hay miles de respuestas en la ciencia, pero éstas nos conducen a muchas más preguntas. Y la mayor pregunta es ¿por qué?. Sabemos las consecuencias, al igual que Mohinder sabe que al segregar cierta sustancia se produce la anomalía que te conduce a volar, a regenerar tus tejidos, etc, pero no sabemos el origen de todo ello. No sabemos cuál es la "chispa" que origina que se desencadenen los procesos que conducen a todo lo que conocemos y desconocemos.
Quizás sea el momento de convertirnos en Nathan, y plantearnos que quizás esa "chispa", ese bosón escondido, ese estallido de energía... sea Dios.
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